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Buscando un cerro relajado para el sábado 13 de junio,
nos decidimos por el Matancilla, 3410m, justo al norte de Río Blanco.
Nos estacionamos frente a la Escuela de Montaña del ejército a un costado del Camino
Internacional y a las 9.30 ya ibamos subiendo por la ladera sur.
La foto de abajo es de octubre de 2005.
Mientras ascendíamos se abría el cajón del río Blanco hacia el sur
y aparecían las instalaciones de Saladillo al fondo del valle.
La escasa agua de finales de otoño,
no estaba para rellenar la botella.
Como no conocíamos la ruta,
seguimos un cajón que nos condujo hasta una arista muy aérea
que tuvimos que superar con un entretenido gateo entre enormes bloques de roca,
todo para dar con una profunda quebrada que nos separaba de la cumbre,
que recién entonces entendimos dónde quedaba.
Luego de un largo rodeo para esquivar la quebrada,
recorrimos el pie de un gran farellón que resguarda
la parte superior del cerro y que parecía del todo infranqueable.
Después de algunas vueltas y casi asumir la derrota,
encontramos su lado debil por el poniente.
Tras superar la barrera de rocas, el cerro se abre en suaves colinas hasta la cumbre,
que por supuesto resultó estar detrás de la que se ve en la foto.
Ya nos habíamos pasado de la hora programada para el regreso,
pero sólo faltaban las últimas pendientes.
Poco antes de las 4 de la tarde, finalmente alcanzamos la cumbre, que también era cruzada.
Desde la cumbre al oriente la vista al Gloria es formidable ...
... mientras que hacia el sur destacan el Alto de los Leones y el Juncal.
De tanto posar se nos olvidó revisar si habían testimonios bajo la cruz,
así que no pudimos bajar más antecedentes del cerro.
La bajada fue larga y tortuosa.
Sin luz y con una de las seis rodillas que se declaró en huelga,
la relajada jornada sabatina se convirtió en una "matancilla"
que terminó recién a las 10 de la noche en el auto.
Eduardo Atalah
Junio 2009
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