Rando en La Parva

Sol, sol, sol. Y nieve, claro.

El domingo 26, Pablo Silva y Alberto Ugalde, todavía con sangre en el ojo por no haber alcanzado la cumbre máxima de El Cepo, partieron de nuevo en sus esquíes, para ejercitar el rítmico movimiento del rando y estar a punto para el siguiente intento - dicen que este 1 y 2 de septiembre.

En el paseo dominguero, me sumé esta vez yo. Tiempo hacía que no compartía en las montañas con mis compañeros "católicos", pero voilá!, aquí estaba de regreso sobre las tablas.

Preparando motores

Unas cuatro horas de caminata terminaron de hacerme pedazo los pies en mis botas Garmin G-Ride, muy "fancy", pero harto incómodas. Habrá que seguirlas ablandando. Mientras me acomodaba en unas rocas para esperar a los muchachos, vi como desaparecían en el portezuelo.

Pableichon en el Portezuelo Rumbo a "la lengua"

Horas más tarde, la voz de mis compañeros me despertó del letargo. Alberto venía al borde del éxtasis de haber bajado su mentada "lengua". Mírenlo aquí al perla: http://www.youtube.com/watch?v=JG26aa07r0w

Buen domingo chavales, y desde ya, éxito en El Cepo.

Cumbre Volcán Parinacota

¡¡PRUEBA SUPERADA!!¡¡CUMBRE DEL GRAN VOLCÁN PARINACOTA (6.350 M.) CONQUISTADA EL 16 DE AGOSTO DE 2007 POR MATÍAS LARRAÍN (11:00 HRS.), BEATRIZ DELGADO (11:50 HRS.) Y ALAN MRUGALSKI (12:30 HRS.), TRAS VARIAS HORAS DE ASCENSO DESDE EL CAMPAMENTO ALTO!!!! (5.400 M, 4:15 HRS.DE LA MADRUGADA).

¡Uno de los más lindos regalos de cumpleaños (17.08) de toooOOOoooooda mi vida!. ¡A lo Luksic, ja!!, claro que con la altura en proporción a la edad……

Foto: Beatriz, al centro, junto a Eliana y Eduardo, con quienes

la cumbrera se cruzó a los 4.800, el mismísimo día de su cumpleaños.

Gran experiencia personal y muchas lecciones que sacar. Como siempre, se abren paso ante la adversidad, y surgen triunfantes, la lealtad, el apoyo, el sentido común y la tolerancia de los amigos de verdad. La fatiga y la hipotermia fueron menoscabando las filas, pero cada cual tuvo “su propia cumbre” y todo culminó en felices celebraciones en Putre y Arica, luego de recorridos inolvidables por bofedales y quebradas entre Caquena y Visviri, bajo la atenta mirada de llamas, alpacas, vicuñas y vizcachas….y la sobrecogedora soledad del desierto. Experiencia capturada e inmortalizada, naturalmente, por el siempre atento lente de Boris Spilberg Muñoz.

Gracias al inigualable apoyo de mi “Teniente Primero Larraín” y de mi “Teniente Segundo González” tuve también la fortuna de coronar, junto a ellos, la cima del cerro Choquelimpié (5.353 M.) en los días previos de aclimatación, desde donde, debo confesar, he contemplado la panorámica montañística más hermosa de todas las que he tenido la gracia de presenciar: El Parinacota, imponente, ocultando, egoísta, al Pomerape y colindado a distancia por el Sajama, aún más imponente, surgiendo ¡abruptos!, por sobre el azul profundo del lago Chungará y el jugueteo lateral de las Cotacotani; con sus mantos blancos en medio del celeste del cielo y el amarillo matizado del rudo desierto nortino, como pareciendo hablarte, marcan su dominio absoluto de las tierras de Tarapacá. Un inolvidable regalo del cielo.

Al Cerro Cepo en esquí

Salida en randoneé el fin de semana del 15 y 16 de Julio. La gente de Valle Nevado se paleteó subiéndonos en el andarivel hasta la cumbre de Tres Puntas. Ahí nos salimos del centro de esquí y nos dirigimos por el camino hacia Piedra Numerada.

En el lugar donde empieza la bajada nos tiramos directo hacia el fondo del valle, en vez de seguir el camino habitual. Dejamos los sacos y equipo de vivac junto a una roca y comenzamos el ascenso por una pendiente bastante empinada.

Luego de varios zig zags llegamos al inicio del "Valle del Silencio", tal como lo bautizó Alberto.

Finalmente llegó el momento de sacarse las tablas y seguir de peatón hasta asomarse al filo cumbrero, donde nos dimos cuenta que faltaba al menos una hora y el sol ya estaba desapareciendo, así que ¡para abajo!. Terminamos esquiando de noche hacia el vivac donde hicimos una cueva en la nieve. Al día siguiente despertamos en medio de una suave nevada y cero visibilidad. Gracias al GPS y la brújula dimos con el camino de regreso.

Un pequeño video con Alberto bajando hacia los pies del Cerro Cepo.



Pablo Silva