El destino elegido fue al Arpa, un centro de ski bastante particular. Hace algunos años un austríaco compró todo un cordón de cerros cerca de Los Andes, en un sector llamado Campos de Ahumada, y acarrea grupos pequeños de gringos en un pisa nieve adaptado como micro. Una especie de transantiago enchulado. Sube a los gringos a la punta del cerro por un "módico" precio y los recoge abajo. 4 subidas por 100 lucas. Llame ya.
Partiendo desde el refugio Avalanchas
El auto quedó estacionado junto al refugio a 2.600 m de altitud. Pagamos el permiso para hacer rando ($8.000 por persona) y empezamos la subida rumbo al cerro Blanco (3.610 m).
Mientras subíamos por el valle nos topamos un par de veces con el pisanieve cargado de gringos que nos miraban como bichos raros por ir caminando. Se unió al grupo Martín, un guía de ski que se había quedado abajo de la micro por falta de cupo y que andaba con equipo de rando. Nos acompañó toda la subida.
Andrea Siguiendo la huella del snowcat. Al fondo Juan Pablo.
Vista hacia el Valle La Honda
Juan Pablo con el Aconcagua a sus espaldas
Andrea y Alberto. Atrás la Punta Guanaco.
Para bajar nos separamos en dos grupos: Andrea y Alberto se devolvieron por el valle, mientras Martín, Juan Pablo y yo hicimos una pequeña travesía y bajamos por una ladera bien empinada, que exigió bastante, sobre todo en la parte alta.
Martín y Juan Pablo en la travesía
Martín apurado para encontrarse con sus clientes
Juan Pablo "Kilómetro Lanzado" Montes
Luego de casi 900 m de esquí y un par de caídas estrepitosas empalmamos con la ruta de ascenso y llegamos al auto. El resto, volver a Santiago y una detención obligada a comer algo, esta vez en el McDonald's.
De regreso